De fotos viejas...

Revolviendo entre antiguos álbunes de fotos dos de mis amigas se rieron a carcajadas de los cambios que habíamos experimentado desde una foto de un paseo en octavo básico... Todo tiempo pasado fue mejor... Esta frase escuchamos muy a menudo, y muchas veces hasta nosotros mismos la usamos, pero ¿quién en una foto antigua puede decir que en el pasado fue mejor? Obviamente yo no. El paso del tiempo, no sólo ha hecho cambios notables en mi apariencia sino que también en mi carácter y personalidad, en resumen el tiempo transcurrido me ha servido para madurar. Esa es la gracia del tiempo, de alguna forma te divide en dos, en la que eras y en la que eres. El resultado siempre sirve para evaluar nuestras acciones. Puedo decir que en mi caso evolucioné en varios sentidos, di pasos adelante hacia como deseo ser, y soy lo que quería ser cuando me tomaron esas fotos antiguas...
Hoy, deseo otras cosas. Los sueños de antaño algunos se cumplieron, otros los deseché, otros los cambié y otros aún los guardo para el futuro. Recuerdo algunas cosas de ese día en octavo básico: era un paseo de fin de año, el último antes que empezáramos a juntar dinero para la gira de cuarto medio, en "Los Nogales", un camping en El Molle (Valle del Elqui). Una micro media destartalada nos llevó y entre cantos y risas pasamos la hora de viaje. No puedo decir que éramos un curso muy unido, o quizás sí, pero 45 niñas crea un ambiente de competencia y envidia, que debo admitir también me tenía inmersa. Pero en fin, habían momentos como en esa micro, en que cantando podíamos olvidar todas nuestras diferencias y ser muy felices jajajaj
Sol, piscina y compartir con las amigas. Así fue ese día, y hoy puedo sentir lo hondo que se quedó grabado en mí. Han pasado 10 años desde esa foto, y todavía con mis amigas vamos a El Molle a disfrutar de sol, piscina y nuestra compañía. Hemos cambiado. Las fotos lo muestran. Ahora vamos en auto, compramos comida en el supermercado y llevamos un mp4 para escuchar música, pero muy en el fondo seguimos siendo esas niñas de 14 años, que entre risas aprendieron a ser amigas, y que aunque la vida nos ha ido moldeando, seguimos queriendo estar juntas.
Así es que esas fotos antiguas, no sólo muestran que hemos cambiado sino que también seguimos iguales. Sol, piscina y una sonrisa en nuestros labios. Espero que el próximo verano sigamos en esa foto, y que cuando en 10 años más la vea, note los cambios que el tiempo hizo en mí, pero siga reconociendo esa sonrisa en los labios y recuerde que en el futuro sigo siendo yo, más madura, pero yo.